Con la llegada de las redes sociales se ha incrementado monstruosamente el tráfico de datos personales. Se ha pasado de tener el DNI, carnet de conducir, pasaporte, tarjeta bancaria o sanitaria y algunos documentos más a estar registrado en cientos de webs, en las que depositamos nuestra confianza sin asegurarnos la mayoría de los casos de que es merecedora de ella.

Es de reseñar, que la entrada de la ley orgánica de protección de datos (LOPD) hace que sea un poco menos impune el tratamiento incorrecto de nuestros datos. Pero muchas webs son ajenas a esta ley (y algunas están fuera de la ley en general) y se alimentan de los datos recopilados de diversas formas poco éticas para usarlos de modo que a ELLOS les reporte un beneficio y a NOSOTROS una molestia que puede convertirse en un dolor de cabeza o en un hecho delictivo.

Para empezar, casi todas las webs piden datos de acceso para identificar a las personas que visitan la página. Es normal que quieran fidelizar las visitas y establecer un vínculo de usuario de la web.

Antes de entregar dato alguno debemos fijarnos en cosas que pueden pasar desapercibidas pero que pueden ser sospechosas y debemos comprobar…

  1. Que la dirección (el dominio) de la web no cambia al ir a la página de recolección de datos.
  2. Que hemos llega allí por voluntad propia sin que nos enlacen a la fuerza.
  3. Que no pide más datos que los imprescindibles.
  4. Que no obliga a rellenar datos que no queremos entregar.
  5. Que no nos obliga a aceptar un contrato que no vamos a leer.

El primer punto es para evitar una técnica de phising en la que la pagina de recepción de datos ha sido intervenida por un hacker y desviada a otro sitio donde se irán guardando los datos. Cuidado con este tema y sobre todo si estáis tratando con cuentas de banco. El resto son de sentido común.

Con entregar el correo y un nick con contraseña debería bastar en la mayoría de las páginas web. Los webmaster normales y responsables, no tienen acceso a las contraseñas de sus usuarios. Pero por si acaso, os aconsejo que la contraseña que deis en estos sitios no sea igual que la que tenéis en otras cuentas más importantes, como Gmail, Hotmail o Ebay y mucho menos la misma que usáis en el correo que estáis entregando.

Deberíais adoptar diversos niveles de seguridad en función de la importancia de cada cuenta. Una contraseña de andar por casa para registros en webs, otra de asuntos medios de poca responsabilidad, como las redes sociales, correo o servicios de Google. Pero cuando entramos en sitios donde se requiere una alta seguridad es mejor tener una diferente para cada cuenta. de diez o más caracteres incluyendo algún número.

Casi todos tenemos unas contraseñas memorizadas, la del PIN del móvil, la de la tarjeta de crédito, la de Facebook, la del correo… y algunas llevan AÑOS con nosotros… ERROR , la frecuencia de cambio de la contraseña es un factor importante en cuanto a su seguridad. Más incluso que la longitud de caracteres. Las de alta seguridad aconsejan cambiarlas cada mes.

Por eso os aconsejo que llevéis un control de contraseñas estricto. Y apuntad esas contraseñas que dais en un bloc de notas o un papel que debéis mantener a buen recaudo. Cambiar las contraseñas cada cierto tiempo. Cambiarlas inmediatamente si sentís que habéis podido ser observados o con baja seguridad. Ante cualquier sospecha, cambiar la contraseña es lo primero.